Las furgonetas de trabajo se desenvuelven en tareas y entornos especialmente exigentes. Así, soportan mucha carga y estrés, por lo que has de estar muy pendiente para mantenerlas a punto. Sobre todo, te conviene supervisar elementos como los amortiguadores, pues figuran entre los componentes que más sufren y se estropean.
Síntomas de desgaste de los amortiguadores
Si sabes qué indicios reflejan problemas en tu amortiguación, podrás reaccionar y evitar males problemas. El mantenimiento preventivo es la mejor alternativa para el cuidado de cualquier vehículo.
Así que mantente atento a estas señales de problemas:
- Tus neumáticos se desgastan con demasiada rapidez e intensidad.
- Oyes ruidos extraños al tomar baches o curvas.
- Aprecias que tu furgoneta queda desnivelada mientras está aparcada en llano.
- Tu coche rebota más de lo normal al conducirla.
- Cuanto te apoyas en él desde fuera y lo empujas hacia abajo, tarda demasiado en recuperar su posición.
- Notas manchas de aceite en las paredes inferiores del vehículo.
Los amortiguadores reforzados
¿Has oído hablar de ellos? Estos componentes cuentan con dimensiones y aperturas idénticas a los convencionales, pero aportan prestaciones modificadas. En cierto modo, se adaptan a las características de tu furgoneta para optimizar su funcionalidad.
Así, aportan un plus de seguridad en la conducción y reducen el rápido desgaste generado por las cargas soportadas. Hacen posible soportar más peso en condiciones mejoradas y, de modo indirecto, protegen otros elementos del chasis. De hecho, los neumáticos duran mucho más gracias a ellos.
Sus ventajas, por lo tanto, se concretan en claras mejoras de eficacia, seguridad, economía y durabilidad en los vehículos y sus componentes.
Por eso, la conclusión es clara: vigila los amortiguadores de tu furgoneta con continuidad y rigor. Y elige un taller de confianza como DG Auto Integral para revisarlos ante cualquier síntoma extraño. O, por qué no, para instalar los reforzados.
