Una de las deficiencias habituales que se detectan en cualquier taller mecánico de coches en Tenerife son los problemas en las pastillas de freno. Seguro que alguna vez has tenido que cambiarlas y, siguiendo las indicaciones de los profesionales, has actuado en consecuencia.

Pero ¿sabes qué son y para qué sirven? En este artículo te lo explicamos. Así, la próxima vez que te hablen sobre ellas en un taller mecánico de coches en Tenerife, tendrás claro qué te cuentan.

Las pastillas de freno son un elemento esencial en el sistema de frenado de cualquier automóvil. Su función es garantizar la fricción necesaria entre los discos de freno de manera que, en cuanto se pisa el pedal, el coche es capaz de detenerse. En consecuencia, la frenada solo será correcta si se encuentran en óptimo estado; en caso contrario, la seguridad vial quedará frenada.

En realidad, las pastillas de freno no se averían. Solamente se desgastan. Al actuar en condiciones de presión, sufren pequeños desgastes continuados que van alterándolas, llegando un momento en que dejan de actuar perfectamente. Entonces, la distancia de frenado aumenta y las frenadas pierden uniformidad.

El estilo de conducción y el número de frenadas realizadas son los aspectos más determinantes para la vida útil de estos elementos. Una conducción agresiva, con abundantes frenazos, no siempre necesarios, las hacen sufrir mucho. Por el contrario, si nuestra actitud es suave y calmada, su duración es mayor.

En cualquier caso, es fundamental revisar su estado periódicamente y atender las indicaciones del fabricante de tu coche. Por lo general, conviene reemplazarlas cada 10 000 kilómetros y comprobar su estado a la menor señal de desgaste, como pueden ser los ruidos extraños o las sensaciones anormales al hacerlo al frenar.

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