Aunque lleves tu coche al taller con regularidad, las averías pueden sorprenderte cuando menos te lo esperes. No obstante, con atención, un buen mantenimiento y la asistencia mecánica adecuada, puedes minimizar esos problemas.

Las 5 averías más comunes en un coche

¿Quieres saber cuáles son las averías más habituales y cómo puedes evitarlas o, al menos, identificarlas a tiempo? Toma nota.

Batería baja o agotada

Si la batería está descargada, la solución son las pinzas y la ayuda de otro vehículo. Si ya ha llegado al final de su vida útil, la única opción es comprar una nueva y reemplazarla. Si observas que la batería falla a menudo, consulta a tu mecánico. Él te dirá si basta con recargarla o si debes sustituirla.

Neumáticos

La parte más expuesta del coche es, con frecuencia, la más olvidada. Nunca descuides el mantenimiento de los neumáticos. Si han perdido el dibujo, cambiarlos te ayudará a prevenir pinchazos y a evitar muchos peligros derivados de la conducción con neumáticos en mal estado.

Discos y pastillas de freno

Solo un profesional puede identificar el estado de los frenos y reemplazarlos cuando están deteriorados. Sin embargo, una señal puede ayudarte: si notas que el volante vibra demasiado al frenar, deberías llevar el coche al taller.

Motor

El motor es la parte del coche que necesita un mantenimiento más frecuente. Resulta imprescindible revisar con regularidad la lubricación, la refrigeración y sustituir las piezas que más se desgastan, como las correas y los filtros.

Alternador

De esta pieza depende todo el sistema eléctrico del vehículo. Si percibes fallos en el arranque o en el alumbrado, podría deberse a un alternador en mal estado. La visita al mecánico es obligatoria en este caso.

Si vas al taller con frecuencia y pones tu coche en manos de un profesional, estas averías pueden prevenirse. No corras riesgos innecesarios y mantén siempre tu vehículo en perfecto estado.