El taller de mecánica es el lugar ideal para arreglar los problemas relacionados con los frenos, los cuales pueden poner en grave peligro tu seguridad, como conductor, y la del resto de usuarios de las carreteras. Por eso, vale la pena que te informes, para anticiparte a ellos, acerca de los problemas que pueden afectarles.

Los frenos, un elemento básico

Si tus frenos no funcionan correctamente, el primer y principal inconveniente que vas a tener que asumir es una peligrosa prolongación de la distancia de frenado, la cual va en claro detrimento de la seguridad vial. Por lo tanto, has de estar atento a los síntomas que pueden alertarte de que este fundamental mecanismo de tu vehículo está fallando. Nos referimos, aparte de al mayor recorrido de la frenada, a la dureza o blandura del pedal de freno, las vibraciones en el volante o los ruidos metálicos al accionar el freno.

Por consiguiente, si percibes estos indicadores, es posible que tengas que hacer frente a las siguientes medidas. Toma nota.

El líquido de frenos, en condiciones

En principio, tienes que efectuar su cambio cada 50.000 km o 2 años. Garantizan la transmisión entre el pedal y los cilindros de los neumáticos.

La mecánica del cilindro maestro

Tiende a durar alrededor de 100 000 km. Transporta el líquido de frenos a los pistones de los tambores o las pinzas, por lo que es clave para detener el automóvil.

El cuidado de los tubos y mangueras

Son decisivos para resistir las presiones del mecanismo. Dependen de que el líquido de frenos cumpla su función.

El mantenimiento general

Si no detectas ninguna avería antes, es precisa, cada 10.000 km, una revisión general del sistema.

En definitiva, pon atención a las disfunciones en la frenada. Y, si se dan, ¡no demores tu visita a nuestro taller!