Uno de los problemas mecánicos más habituales por los que se suele acudir al taller es porque se funda uno de los faros. Además, en muchas ocasiones esta circunstancia se da de manera usual. Esto puede hacer pensar que existe un problema mayor más allá de la mala suerte.

Las luces del vehículo y los problemas que generan

Lo primero que se debe recordar es que es contar con un faro fundido es motivo de sanción por parte de la DGT, esto implica la necesidad de vigilarlos para evitar males mayores. Otro punto importante es que la vida útil de los focos no se determina en días o meses, sino en el tiempo de uso de los mismos. Esto implica que si conduces de noche tendrás que cambiarlos de manera más habitual.

Pero si sigues pensando que tus luces duran demasiado poco, puede haber otras razones. Uno de los problemas más comunes es que la bombilla no encaje de manera perfecta en su lugar para evitar que roce en otras partes de la zona, derivando en un problema. Además, si la sujeción no es correcta, las vibraciones del vehículo pueden ser una preocupación. Por supuesto, el problema no tiene que situarse siempre en las propias luces. La estanqueidad del foco o los conectores hasta la alimentación pueden provocar que falle con frecuencia.

Un taller mecánico es la solución

Para abordar estos problemas y que tus luces cumplan con su vida útil al completo, nada mejor que acudir a un taller. Nos encargaremos de darte un recambio de calidad y que se adapte al vehículo. En caso de que las sustituciones sean habituales, podemos revisar todas las piezas del faro para dar con el problema.

Las luces no se funden de manera usual sin razón. Si te da esa sensación, acude a nuestro taller para encontrar la solución que necesitas en la mecánica de tu coche.